¨HÁBITOS DE ESTUDIO¨
Los hábitos de estudio son el mejor y más potente
predictor del éxito académico, mucho más que el nivel
de inteligencia o de memoria.
Potencia tu memoria al máximo
· Para estudiar, es importante que estés concentrado:
a mayor concentración, mayor capacidad de memoria.
Por eso es importante que antes de comenzar atiendas
a tus necesidades básicas de sueño, alimentación y/o
relajación para poder concentrarte al máximo.
· Puedes utilizar un sistema de tarjetas o fichas
para las ideas o términos que te resulten difíciles de
comprender y/o retener. Te nermitirá consultarlas o
repasarlas de manera ágil y cómoda.
· Emplea estrategias para recordar las
ideas clave. Genera ejemplos, haz resúmenes y
fichas, subraya textos o apunta tus notas al margen.
Puedes crear acrónimos, es decir construir palabras o
frases que te ayuden a recordar una serie de conceptos.
Por ejemplo, «La BBC NO FuNciona» es una posible
frase compuesta con las iniciales de cada uno de los 8
elementos de la primera línea de la tabla periódica:
Litio-Berilio-Boro-Carbono-Nitrógeno-Oxígeno-FluorNeón.
· Dibuja diagramas de los conceptos. Debes ser
capaz de explicar verbalmente el concepto y reproducir
el diagrama. Apóyate en imágenes visuales.
· Estudia hasta que seas capaz de definir y explicar el
tema con tus propias palabras, sin ayuda de
fichas ni esquemas; es decir no sólo debes poder
reconocer información (Ej. escoger una alternativa
correcta) sino «producir» un tema (Ej. elaborar una
respuesta a una pregunta).

Las 11 mejores estrategias para un
buen rendimiento académico
1. Haz una lectura completa del material asignado antes de ir a
clase; subraya y resume el contenido.
2. Cuando leas, haz una lista de preguntas sobre ese material y
luego responderlas. Anota tus dudas y consúltalas.
3. Busca las palabras y conceptos que desconozcas y escribe las
definiciones en tus apuntes
4.
Asiste a todas las clases; presta atención y toma apuntes.
5. En clase, pregunta cuando no entiendas.
6. Trabaja con un tutor.
7. Entérate/familiarizarte con los recursos disponibles en la
biblioteca y en Internet que puedan ser útiles.
8. Acércate a los profesores y pídeles lecturas complementarias
y material con ejercicios.
9. Forma grupos de estudio y haceros preguntas entre vosotros.
10. Acude a tutoría para comentar temas respecto a tu rendimiento
con el profesor.
11. Participa de los programas y talleres sobre hábitos de estudio
y organización del tiempo ofrecidos por el GPP.
Pero......... ¿Qué es un hábito de estudio?
Un hábito de estudio es una forma de proceder en el estudio de un material que se ha adquirido mediante la repetición y que se manifiesta de manera continuada en el tiempo.
Ejemplos de buenos hábitos de estudio:
Hábitos de estudio propios del aula:
– Tomar apuntes de calidad.
– Mantener el material de estudio en buen estado.
– Hacer preguntas en clase cuando no se comprende.
Hábitos de estudio en casa
Eliminar elementos distractores:
– Móviles y aparatos electrónicos apagados
– Mesa o escritorio despejado y sólo con el material que vamos a necesitar
Hábitos de estudio estratégicos
– Realizar una programación de nuestro tiempo de estudio. Puedes ver un ejemplo aquí.
– Establecer objetivos en nuestra sesión de estudio.
– Utilizar una estrategia de estudio global.
– Utilizar técnicas de estudio para aprender los distintos materiales. (Puedes hacerte un curso gratis aquí).
– Poner limitaciones de tiempo en nuestras sesiones de estudio.
– Hacer descansos programados.
Antes de tratar de adquirir hábitos como los que hemos leído es interesante plantarse varias preguntas:
1. ¿Qué hábitos de estudio tengo?
Si no se qué hábitos tengo difícilmente puedo iniciar un cambio. Deberé analizar mi forma de proceder cuando me enfrento a un material que tengo que estudiar. Puede ser que no nos hayamos dado cuenta todavía de que nuestros hábitos de estudio no son los suficientemente buenos o incluso de que no tenemos ningún hábito de estudio. El punto de partida es tomar conciencia de que realmente necesitamos generar un cambio.
Algunas preguntas que nos podemos plantear y contestar:
- ¿Dónde estudio? ¿Estudio siempre en el mismo lugar?
- ¿Cuándo estudio? ¿Estudio siempre a la misma hora?
- ¿Qué es lo primero que hago con ese material que tengo que estudiar? Y cuál es el segundo paso? ¿Y después de ese segundo paso qué es lo que hago?
- ¿Cómo estudio ese material? ¿Utilizo alguna técnica de estudio?
- ¿Por qué estudio así?
- ¿Quién me ha enseñado a estudiar así?
2. ¿Realmente quiero cambiarlos y tengo la motivación necesaria para ello?
Es importante saber las razones que nos llevan a iniciar ese cambio y qué nos motiva para mantenerlo. Pueden ser los beneficios que obtengamos de este cambio o tal vez las consecuencias negativas de mantenernos sin generar cambio alguno.
Algunas preguntas interesantes:
- ¿Por qué quiero cambiar mis hábitos de estudio?
- ¿Qué beneficios voy a obtener de ese cambio?
- ¿Cómo cambiar o desarrollar buenos hábitos de estudio va a ayudarme a conseguir mis objetivos?
- ¿Qué consecuencias negativas voy a tener si no cambio mis hábitos de estudio?
3. ¿Cómo se crea o cambia un hábito?
¿Cómo cambio mis hábitos de estudio? ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué pasos he de dar?
Si no se cómo cambiarlos de nada me sirven los pasos anteriores. He de aprender cómo cambiar o crear esos nuevos hábitos que me ayuden a conseguir mis objetivos académicos.
En este paso aprenderemos cómo cambiar o crear un hábito de estudio. Antes de iniciar este proceso deberemos haber contestado a las preguntas anteriores de manera sincera y ya tendremos claro los beneficios que vamos a obtener de esta nueva forma de proceder y las consecuencias de no hacerlo.
Algunas claves útiles para el establecimiento del hábito de estudio:
- Repite las acciones cada día con las que quieres formar el hábito. La repetición ha de ser continua en el tiempo, como mínimo de 14 a 21 días.
- Da pequeños pasos. No intentes estableces muchos hábitos o iniciar muchos cambios a la vez, ve poco a poco, en pasos que puedas dar cómodamente y que puedas controlar.
- Visualiza tu éxito y beneficios del cambio. Ten presente en cada momento los beneficios que vas a conseguir de la utilización del nuevo método y visualizarlo en tu mente.
- Visualiza las consecuencias negativas de no generar el cambio. Puede ayudar a motivarnos visualizar los efectos perjudiciales de no establecer un buen hábito de estudio.
- Ten presente que vas a cometer errores. El más común es olvidar repetir la acción a la que te quieres habituar. Para evitar estos olvidos podemos crearnos recordatorios, como notas adhesivas o alarmas en el móvil que nos recuerden repetir la acción.
- Mantén una actitud optimista hacia el establecimiento del hábito. Has de hablarte bien a ti mismo cuando cometas un error o no te salgan las cosas como tú esperas.
- Tómate el proceso como una analogía del crecimiento de una planta.Imagínate que te han regalado la semilla de una planta que tiene unos frutos riquísimos. El único inconveniente se da en la primera etapa de siembra y cuidados iniciales. La planta ha de ser cuidada todos los días, ya que si no es así, es posible que muera. Una vez superada la primera fase de cuidados, la planta se vale por sí misma y comienza a dar sus riquísimos frutos sin apenas cuidados por nuestra parte.
“Sembrar” un hábito es algo muy parecido al cuidado de esta planta. Al principio deberemos prestar atención consciente en formar ese hábito, pero una vez que lo integremos en nuestra vida ya no nos supondrá ningún esfuerzo.